Volver de vacaciones con el coche impecable es posible, Meguiars te da los trucos

Volver de las vacaciones con el coche limpio

Volver de de las vacaciones con el coche impecable es posible. Mantener tu coche reluciente es más que una cuestión de limpieza: la arena de la playa, los insectos de la carretera, el polvo, coche a la intemperie, los críos, abuela, la suegra… son «agentes» que pueden deteriorarlo. Además, si sabes conservar tu coche, conseguirás que se deprecie menos cuando quieras venderlo. Te vamos a contar lo que debes y lo que no debes hacer al limpiar tu vehículo.

Limpieza exterior

Puedes optar por tres métodos para lavar la carrocería de tu coche: el lavado a presión, el lavado a mano o el túnel de lavado. Desde Meguiars recomendamos siempre el lavado a mano, pero si andas con prisas puedes usar cualquier de los otros dos métodos, pero no seas vago, la limpieza a mano siempre es infinitamente mejor y menos agresiva. Un detalle importante es que si lo que intentas es quitar la arena, conviene que previamente apliques aire a presión con un compresor de aire: Valen los que se usan para pintar, el de inflado de ruedas de las gasolineras… Lavar el coche con arena puede resultar desastroso para tu pintura.

Lavado a presión

Si lo lavas a presión con una pistola de agua, debes tener siempre en cuenta la fuerza del chorro de agua (vigila que su temperatura no pase de 60 ºC). Mantente lejos de las partes más blandas de la carrocería (paragolpes, elementos hechos de plástico…) y ten cuidado con los neumáticos, ya que también se pueden ver dañados. Los aparatos de limpieza de alta presión llevan unas instrucciones en las que te indicarán a qué distancia te tienes que poner del coche para que no haya peligro de causar algún desperfecto, nunca a menos de 50 centímetros, porque puedes levantar la pintura. Un lavado a presión no lleva más de cinco minutos, pero puedes tener por seguro que el agua te salpicará… así que ten cuidado con la ropa que eliges para ir a lavar tu coche.

Lavado a mano

Este es nuestro favorito. Si lo lavas a mano, lo mejor será que empieces primero por el techo, para que la suciedad vaya cayendo sobre las partes por las que aún no has limpiado. En primer lugar, lava el coche con agua para quitar la capa de suciedad más superficial, y sólo a continuación pasa a usar jabón u otros productos que sean de alta calidad, como los de Meguiars. Ojo con los instrumentos que uses para enjabonar: los estropajos van a arañar la carrocería. Nosotros te recomendamos que uses un guante de lana o de microfibra, siempre con champú para que deslice más fácilmente por la carrocería y no cause ni el más mínimo daño. Otra recomendación contra los arañazos es frotar siempre en línea recta y nunca en círculos y, por supuesto, presionar siempre muy poco. Un truco genial que usamos los profesionales es el truco del cubo, pruébalo y notarás la diferencia.
A la hora de secar tu coche, nunca te limites a dejarlo al sol, ya que lo único que conseguirás es que el agua se evapore y que la cal que quede afecte a la pintura. Lo mejor es que lo seques con un paño limpio o una toalla.

Túneles de lavado:

Si prefieres lo más comodo y vas a llevar tu coche a un túnel de lavado, recuerda retirar todos los accesorios añadidos a la carrocería: no es necesario que quites la antena de la radio original, pero sí cualquier otra antena, cofres de techo, bacas… y, por supuesto, no te olvides de cerrar las ventanillas y el techo corredizo. Es riesgo de lo túneles de lavado es que los cepillos no estén en perfecto estado y dañen la carrocería del vehículo, y esto es algo que nos pone los pelos de punta. En tal caso, la empresa es responsable de los desperfectos causados (aunque pongan un cartel diciendo lo contrario). Por razones como ésta es mejor acudir a un túnel donde al menos haya un operario al que poder consultar cualquier duda. Su precio está en función de la duración del programa de lavado escogido, pero no debería pasar de seis euros, ni el  tiempo empleado de cinco minutos, es una de las opciones menos recomendables de lavado.

Limpieza interior

Antes de nada, deja los asientos abatidos en posición horizontal para llegar a más partes del interior de tu coche que de otra forma no serían accesibles. Si en el lavado a mano primero limpiábamos con agua la suciedad superficial y después empezábamos a usar el jabón, en el interior haremos algo parecido: antes de usar el aspirador, pasaremos un cepillo para tapicerías y alfombrillas, con el que eliminaremos suciedad que de otro modo se habría mantenido, como por ejemplo el barro seco que hayan dejado nuestras botas que es algo muy molesto y sucio.
Para una correcta limpieza del interior necesitarás varios productos: ll limpiador y el cepillo o paño deben ser especiales para tapicerías y, si la tuya es de cuero, utiliza un producto limpiador y nutriente, como nuestro kit de tratamiento de cuero Meguiars con el que evitarás que se raje o se decolore. Si tienes mascotas, conviene que te hagas con uno de los rodillos expresamente pensados para quitar sus pelos. Para las zonas más difíciles, como las esquinas del panel de instrumentos, te vendrá bien un pincel con el que podrás ser más preciso. Para el cuadro de instrumentos, no uses sprays ni limpiacristales… nada que no sea un paño de microfibra, porque el plástico se puede rayar fácilmente.
No te limites a limpiar los asientos y el salpicadero: Existe un fenómeno que afecta a tu seguridad que se llama “fogging” y que consiste en que las partículas transpiradas por los plásticos se acumulan en el parabrisas y pueden provocar deslumbramientos con el sol de frente. Por eso ten también el limpiacristales a mano, y si es de calidad como nuestro Clarity Glass mucho mejor, y tampoco te olvides de los retrovisores, muy importantes para la seguridad.
Si además no te conformas con limpiar en este post podrás ver más trucos de detallado interior.
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