Consejos básicos para el mantenimiento del turbo
Tener un coche turbo es toda una experiencia en el mundo del motor, pero debemos de tener en cuenta unos conceptos básicos para el mantenimiento del turbo
Información básica sobre los coches con motores turbo.
Cada vez hay más coches con mecánica turbo, que resumiendo es un sistema que ayuda a motores de menos cilindrada rindan más y al mismo tiempo consuman menos. Un concepto básico ligado a los motores turbo son los impuestos sobre vehículos a motor, que, como en España, en muchos países, estos impuestos dependen directamente de la cilindrada del motor, con un coche turbo podemos pagar menos impuestos por tener una cilindrada menor, pero realmente disfrutamos de una potencia superior gracias a la propia potencia del turbo.
¿Cómo consigue un turbo incrementar la potencia?
Para entenderlo de forma muy sencilla podemos tomar el ejemplo de un molinillo de juguete que gira cuando lo soplas. Imagínate que colocamos dos molinillos en un mismo eje, de forma que si uno gira el otro también gira, en resumidas cuentas acabas de fabricar un turbo. Te lo explico: Los gases que salen por el tubo de escape se llevan hasta ese primer molinillo y lo hace girar, por lo que el otro que tenemos pegado gira al mismo tiempo, soplando los gases que van a entrar en el motor, cuanto más aire entra en el motor, más corre.
Otro elemento fundamental es el intercooler, que no es más que un sistema para enfriar esos gases que salen calientes del motor y van de nuevo al primer molinillo. Es básico enfriarlos para evitar que el sistema se caliente, el aire caliente ocupa más, al enviarse aire frío al motor con el turbo, y ocupar menos y entra más cantidad. Existen intercoolers mejorados para enfriar de forma más efectiva el turbo, como los de la marca inglesa Forge.
Cuidados de mantenimiento del turbo básicos
La razón principal para el cuidado que debemos de tener con nuestros motores es turbo es que un problema en el turbo puede salirnos muy caro, ya que, el turbo en si mismo está en torno a los mil euros (hay distintos precios en función cada modelo) y además añadirle que, en algunos vehículos, es muy complicado de sustituir con lo que la factura de la mano de obra del taller se dispara.
Cuando el turbo comienza a funcionar te da una especie de empujón, el par, debido al aumento repentino de presión en su interior (coches convencionales entre 0,2 y 1 bar). A esto le sumamos que una vez en funcionamiento puede alcanzar 750 grados de temperatura y gira a 100.000 revoluciones por minuto, y cuando el coche se para esto deja de girar repentinamente. Como puedes comprobar ya tenemos nuestros dos puntos claves para vigilar el mantenimiento del turbo diario, el arranque y la parada, calor, presión y rapidez son una mezcla explosiva sino sabemos manejarla y domarla, son la fórmula magistral perfecta para una avería.
Por eso conviene tener en cuenta esos dos momentos clave para cuidarlo.
Al arrancar el coche
En coches atmosféricos no es necesario encender el coche un rato antes de arrancar, en algunos incluso es una pérdida de tiempo y combustible. Pero en los motores turbo es lo más importante, para que el turbo se lubrique bien.
Para que el turbo se lubrique simplemente con encender el motor y dejarlo al ralentí mientras te acomodas y te colocas el cinturón de seguridad un par de minutos es suficiente, y alargará la vida de nuestro turbo muchos años y te evitará desembolsos de dinero innecesarios.
Cuando inicies la marcha, sobre todo en invierno y días con temperaturas bajas, no subas mucho de revoluciones el coche con el motor todavía en frío (menos de 80- 90ºC). Mientras tu coche con turbo no coja esta temperatura no fuerces el motor, sino el turbo te va a durar lo que un caramelo en la puerta de un colegio. Al aceite del motor no le gustan los cambios bruscos de temperatura, ya que puede cristalizarse y ser un desastre para el turbo.
Al parar el coche
El otro punto crítico es al llegar a tu destino y parar el coche, es muy importante que dejes el motor al ralentí un par de minutos, así el turbo se enfría y se lubrica bien, además de que la propia turbina baja de revoluciones. Si no lo haces a medio y largo plazo podrías dañar el turbo.
Este consejo anterior de dejar reposar el coche es todavía más importante si has conducido de manera agresiva dando fuertes acelerones, ya que si el turbo funciona a altas revoluciones, se calienta más. Cuenta con rodamientos para poder girar a altas velocidades que se lubrican con el propio aceite del motor, por lo que con el turbo muy caliente si apagas el motor de golpe seguirá girando por la propia inercia pero sin lubricante, por lo que sufrirá rozamientos y podrá sufrir daños irreparables.
Yo mismo he seguido estos consejos en uno de los coche que tuve, un Audi TT Cabrio 1.8T 225cv, y te garantizo que en 10 años que permaneció conmigo nunca sufrió ningún percance mi apreciado turbo. Disfruta del turbo, pero con cabeza, sino te dolerá en breve el bolsillo.
Enrique J. Hernández Nuez
CEO 101Racing